DESCUBRA: Guía que le ayudará a comprender mejor a Dios y a creer en El-parte 21-

¿QUE PASA CUANDO UNA PERSONA MUERE? –

  • ¿SOMOS INMORTALES AHORA?

Dios creó a Adán y Eva MORTALES, es decir, sujetos a muerte.  Pero tenían que permanecer obedientes a la voluntad de Dios para no morir nunca.

Cuando pecaron, perdieron su derecho  a la vida y por su desobediencia se convirtieron en súbditos de la muerte. Su pecado infectó a toda la raza humana (Romanos 5:12).

Las Sagradas Escrituras nunca describen el alma como INMORTAL, es decir, NO sujeta a muerte.  Las palabras hebreas y griegas para “alma”, “espíritu” y “aliento” aparecen 1.700 veces en la Biblia y ni siquiera una vez indican que el alma, el espíritu o el aliento sean ETERNOS O INMORTALES.

SOLAMENTE DIOS POSEE INMORTALIDAD.

“DIOS…ES EL UNICO INMORTAL” (2 Timoteo 6:15-16)

La Escritura muestra claramente que en esta vida los seres humanos son MORTALES, sujetos a muerte.  Pero cuando Jesús vuelva, nuestra naturaleza  experimentará un cambio radical.

“He aquí, os digo un misterio: NO TODOS DORMIREMOS, PERO TODOS SEREMOS TRANSFORMADOS, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, A LA FINAL TROMPETA; porque se tocará la trompeta, y LOS MUERTOS  SERÁN RESUCITADOS incorruptibles, Y NOSOTROS SEREMOS TRANSFORMADOS.

Porque es necesario que ésto corruptible se vista de incorrupción, y ESTO MORTAL SE VISTA DE INMORTALIDAD. Y…entonces se cumplirá la palabra que está escrita; SORBIDA ES LA MUERTE EN VICTORIA” (1 Corintios 15:51-54).

Como seres humanos, ahora NO SOMOS INMORTALES. Pero la certeza del cristiano es que obtendrá la INMORTALIDAD cuando Jesús venga por segunda vez.  La promesa de la INMORTALIDAD se aseguró cuando Jesús salió de la tumba y:

“ABOLIO LA MUERTE, Y SACO A LA LUZ LA VIDA Y LA INMORTALIDAD por medio del Evangelio” (2 Timoteo 1:10)

Según la perspectiva de Dios, el destino para el ser humano es bien claro: la muerte eterna para quienes rechazan a Cristo y se aferran a sus pecados, o la INMORTALIDAD como un regalo cuando Jesús venga a buscar a aquellos que lo aceptaron como su Señor y Salvador.

  • ENFRENTAN LA MUERTE DE UN SER AMADO

Los temores que naturalmente enfrentamos ante la muerte se agudizan cuando un ser amado muere.  La soledad y el sentido de pérdida pueden ser abrumadores.

Pero debemos recordar que nuestros amados están durmiendo, y que todo aquel que descansa en Jesús se levantará en la  “resurrección para vida” cuando el Señor regrese.

Dios está planeando algunos encuentros maravillosos cuando Cristo regrese.  Bebés que volverán a las manos de sus emocionados padres.  Esposos y esposas que se estrecharán en un fuerte abrazo. 

Todas las crueles separaciones de la vida se habrán acabado. Ciertamente se dirá:

“SORBIDA ES LA MUERTE EN VICTORIA”  (1 Corintios 15:54)

Algunos sienten la muerte de un ser amado tan agudamente, que procuran ponerse en contacto con él a través de un médium espiritista o de “canales” de la Nueva Era.

Pero la Biblia nos advierte específicamente contra el intento de aliviar el dolor de la muerte de esa manera:

“Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará  a los muertos por los vivos?  (Isaías 8:19).

¿Por qué? La Biblia claramente revela que los muertos no son seres conscientes.  La real solución para la angustia causada por la muerte de un ser amado solamente la puede dar Cristo.

Estar en comunión con El es la forma más saludable de sobrellevar el dolor. Recordemos siempre que la primera impresión consciente que tendrán los que duermen en Cristo será el sonido de la trompeta que anuncia la Segunda Venida de Cristo, que los despertará de la muerte.

  • ENFRENTANDO A LA MUERTE SIN TEMOR

Continúa en parte 22