Doctrina de los Acontecimientos Finales-La Segunda Venida de Cristo-parte 8-

LA SEGUNDA VENIDA DE CRISTO“Del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de lo cielos, sino sólo mi Padre” (Mat.24).Estemos listos en todo tiempo

ESTEMOS LISTOS EN TODO TIEMPO

La Biblia asegura repetidas veces que Cristo volverá.  Pero ¿lo hará de aquí a un año, en cinco, diez, veinte años? Nadie lo sabe de seguro.  El mismo Jesús declaró: “Del día y la hora nadie sabe, ni aún los ángeles de lo cielos, sino sólo mi Padre” (Mat.24:36).

Hacia el fin de su ministerio terrenal, Cristo pronunció la parábola de las diez vírgenes con el fin de ilustrar la experiencia de la iglesia de los últimos días.  Las dos clases de vírgenes representan las dos clases de creyentes que profesan estar esperando a su Señor.  Se los llama vírgenes porque profesan una fe pura. Sus lámparas representan la Palabra de Dios, y el aceite simboliza al Espíritu Santo.

Superficialmente, parece que estos dos grupos fueran semejantes, ambos salen al encuentro del Esposo; ambos tienen aceite en sus lámparas, y su comportamiento no parece ser distinto unos de otros. Todos han oído el mensaje de la pronta venida de Cristo, y lo esperan.  Luego viene una aparente demora; su fe debe ser probada.

De pronto, a la medianoche escuchan el grito: “¡Aquí viene el Esposo; salid a recibirle!”(Mat.25:6).  Ahora se hace evidente la diferencia entre los dos grupos: Los que componen uno de ellos no están listos para encontrarse con el Esposo.  Estas vírgenes “necias” no son hipócritas; respetan la verdad, la Palabra de Dios, pero les falta el aceite: no han sido selladas por el Espíritu Santo (véase Apoc.7: 1-3). Se han contentado con una obra superficial, y no han caído sobre Jesucristo, la Roca.  Poseen una forma de piedad, pero se hallan desprovistas del poder de Dios.

Cuando viene el Esposo, únicamente los que están listos entran con El a la celebración de la fiesta de bodas y la puerta se cierra.  Eventualmente, las vírgenes necias, que habían ido a comprar más aceite, vuelven y llaman: “¡Señor, Señor, ábrenos!” Pero el Esposo responde “No os conozco” (Mat.25: 11, 12).

Muchos me dirán en aquél día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mi, hacedores de maldad” (Mat.7:22, 23).

Antes del Diluvio, Dios envió a Noé para amonestar a la generación antediluviana acerca del la destrucción venidera. En forma similar, Dios envía hoy un mensaje triple de amonestación con el fin de preparar al mundo para el regreso de Cristo (véase Apoc.14: 6-16).(Mensaje de los Tres Ángeles)

Todos los que acepten el mensaje de misericordia de Dios, se regocijarán ante la cercanía de la Segunda Venida.  Para ellos es la promesa Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero” (Apoc.19:9). “Aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan” (Heb.9:28).

Con el regreso del Redentor, la historia del pueblo de Dios llega a su gloriosa culminación.  Es el momento de su liberación, y con gozo y adoración exclaman:

“HE AQUÍ, ÉSTE ES NUESTRO DIOS, LE HEMOS ESPERADO…..NOS GOZAREMOS Y NOS ALEGRAREMOS EN SU SALVACIÓN” (ISA. 25:9).