Doctrina de la Vida Cristiana-El Sábado-parte 8-

La popularidad e influencia que le confería al domingo la adoración al sol de los romanos paganos, sin duda contribuyó a su creciente aceptación como día de culto.  La adoración al sol desempeñaba un papel importante por todo el mundo antiguo.  Era “uno de los componentes más antiguos de la religión romana” Debido a los cultos orientales dedicados al sol “desde la primera parte del siglo segundo de nuestra era, el culto al Sol Invictus era dominante en Roma  y en otras partes del Imperio”.

Esta religión popular hizo su impacto sobre la iglesia primitiva a través de los nuevos conversos.  “Los conversos cristianos provenientes del paganismo se sentían constantemente atraídos hacia la veneración del sol. Esto se indica no solamente por la frecuente condenación de esta práctica que hacían los Padres (de la iglesia), sino también por los significativos reflejos del culto al sol que aparecen en la liturgia cristiana”.

El cuarto siglo fue testigo de la introducción de las leyes dominicales.  Primero se promulgaron leyes dominicales de carácter civil, y luego fueron apareciendo las de carácter religioso.  El emperador Constantino promulgó la primera ley dominical civil el 7 de marzo del ano 321 D.C. En vista de la popularidad de que gozaba el domingo entre los paganos que adoraban al sol y la estima en que lo tenían muchos cristianos, Constantino esperaba que al hacer del domingo un día festivo podría asegurarse el apoyo de ambos grupos para su gobierno.

La ley dominical de Constantino reflejaba su propio pasado como adorador del sol.  Decía “En el venerable Día del Sol (venerabili die solis) que los magistrados y la gente que reside en ciudades descansen, y que se cierren todos los lugares de trabajo.  En el campo, sin embargo, las personas que se ocupan en la agricultura podrán continuar libre y legalmente sus ocupaciones».

Varias décadas más tarde, la iglesia siguió su ejemplo.  El Concilio de Laodicea (alrededor del año 364 D.C.), el cuál no fue un concilio universal  sino católico romano, promulgó la primera ley dominical eclesiástica.  En el Canon 29, la iglesia estipulaba que los cristianos debían honrar el domingo y “si es posible, no trabajar en ese día”, mientras que al mismo tiempo denunciaba la práctica de reposar en el sábado, instruyendo a los cristianos a no “estar ociosos en sábado, sino que deben trabajar en ese día”.  En el año 538 de nuestra era, el año marcado como el comienzo de la profecía de los  1260 años, el Tercer Concilio—católico—de Orleans, promulgó una ley aún más severa que la de Constantino.  El Canon 28 de ese concilio dice que el domingo, aún “el trabajo agrícola debiera ser dejado de lado, con el fin de no impedirle a la gente la asistencia a la iglesia”.

EL CAMBIO PREDICHO. La Biblia revela que la observancia del domingo como institución cristiana tuvo su origen enel misterio de iniquidad”  (2 Tes.2:7), el cuál ya estaba obrando en los días de Pablo.  Por medio de la profecía de Daniel 7, Dios reveló su conocimiento anticipado del cambio que se haría en el día de adoración. La visión de Daniel describe un ataque contra la Ley de Dios y su pueblo.

El poder atacante, representado por un cuerno pequeño, (y por una bestia en Apoc.13: 1-10), produce la gran apostasía dentro de la iglesia cristiana.  El cuerno pequeño, que surge de la cuarta bestia y se convierte en un poder perseguidor principal después de la caída de Roma, procura cambiar los tiempos y la ley” (Dan.7:25).  Este poder apóstata tiene mucho éxito, pues logra engañar a la mayor parte de los habitantes del mundo, pero al fin, el juicio decide contra él  (Dan.7:11, 22, 26). Durante la tribulación final, Dios interviene a favor de su pueblo y los libra (Dan.12: 1-3).

Hay un sólo poder dentro de la cristiandad al cuál se le puede aplicar esta profecía.  Hay una sola organización religiosa que pretende tener el derecho de modificar las leyes divinas.

Continúa parte 9