Doctrina de Dios-La Deidad-parte 2-

La Existencia de Dios:  Hay dos grandes fuentes de evidencias relativas a la existencia de Dios: el libro de la naturaleza y la Sagrada Escritura.

Evidencia de la Creación:   Todos pueden aprender de Dios a través de la naturaleza y la experiencia humana.  David escribió: “ Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos” (Sal. 19:1) y Pablo declara: “Las cosas invisibles de El, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas” (Rom. 1:20).

La conducta humana también provee evidencias de la existencia de Dios. Pablo también dice que la conducta de los cristianos revela el testimonio de su conciencia, y muestra que la Ley de Dios ha sido “escrita en sus corazones” (Rom. 2:14,15) Esta intuición de que Dios existe se encuentra aun entre los que no tiene acceso a la Biblia.

Evidencia de la Escritura:  La Biblia no procura comprobar la existencia de Dios; simplemente, la da por sentada. Su texto inicial declara “ En el principio creó Dios los cielos y la tierra”(Gen.1:1).  La Biblia describe a Dios como el Creador, Sustentador y Legislador de toda la creación. La revelación de Dios por medio de la creación es tan poderosa que no hay excusa para el ateísmo, el cual surge cuando se suprime la verdad divina o cuando una mente rehusa reconocer la evidencia de que Dios existe (Sal.14:1;  Rom.1:18-22,28).

Hay suficientes evidencias de la existencia de Dios para convencer a cualquiera que procura seriamente descubrir la verdad acerca de El.  Y sin embargo, la fe es un requisito previo, por cuanto “ sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Heb.11:6)

El Dios de las Escrituras:  La Biblia revela las cualidades esenciales de Dios a través de sus nombres, actividades y atributos.

Los nombres de Dios:  En los tiempos bíblicos, los nombres eran importantes, como es aún el caso en el Oriente.  En esas regiones, se considera que un nombre revela el carácter del que lo lleva, su verdadera naturaleza e identidad.  La importancia de los nombres de Dios, que revelan su naturaleza, carácter y cualidades, se revela en el siguiente mandamiento:   «No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano”  (Exo.20:7)  David decía:  “ Cantaré el nombre de Jehová  el  Altísimo” (Sal.7:17).  Santo y temible es su nombre (Sal.111:9). “Alaben el nombre de Jehová, porque solo su nombre es enaltecido”(Sal.148:13).   Los nombres  hebreos  El y Elohim («Dios») revelan el poder divino de Dios. Lo describen como Fuerte y Poderoso, el Dios de la creación (Gen.1:1; Exo. 20:2;Dan.9:4) Elyon(“Altísimo”) y El Elyon(“Dios Altísimo”) enfocan su posición exaltada(Gen.14:18-20; Isa.14:14).

Adonay(“Señor”) presenta a Dios como Gobernante Todopoderoso (Isa.6:1; Sal.35:23) Estos nombres enfatizan el carácter majestuoso y trascendente de Dios. Otros  nombres  revelan la disposición que Dios tiene para entrar en una relación con los seres humanos. Shaddai (“Todopoderoso”) y   El  Shaddai (“Dios Todopoderoso”) describen a  Dios como la Fuente de bendición y bienestar (Exo.6:3; Sal.91:1).  El nombre Yahweh, traducido por Jehová o Señor, hace énfasis en la fidelidad  y la gracia de Dios relativas al pacto (Exo.15:2,3; Oseas 12:5,6) En Exodo 3:14, Yahweh se describe a si mismo como “Yo soy el que soy”, o “Yo seré lo que seré”, indicando asi su relación inmutable con su pueblo. En el Nuevo Testamento, Jesús usó el término Padre para llevarnos a una relación estrecha y personal con Dios.