Doctrina de Dios-Dios el Padre-parte 1-

Dios el Padre Eterno, es el Creador, Origen, Sustentador y Soberano de toda la creación. Es Justo, Santo, Misericordioso y Clemente, tardo para la ira y abundante en amor y fidelidad.  Las cualidades y las facultades del Padre se manifiestan también en el Hijo y el Espíritu Santo.

Comienza el gran día del juicio. Tronos ardientes con ruedas de fuego son colocados en sus lugares. El Anciano de Días ocupa su lugar. De majestuosa apariencia, preside sobre la corte. Delante de El hay una multitud de testigos. El juicio está preparado; los libros se abren, y comienza el examen del registro de las vidas humanas (Daniel 7:9, 10).

El universo entero ha estado esperando este momento. Dios el Padre ejecutará su justicia contra toda maldad. Se pronuncia la sentencia: “Se dio el juicio a los santos del Altísimo; y……….recibieron el reino” (Dan.7:22). Por todo el cielo resuenan gozosas alabanzas y acciones de gracias.  El carácter de Dios es percibido en toda su gloria, y su maravilloso nombre vindicado por todo el universo.

 DIOS EL PADRE EN EL ANTIGUO TESTAMENTO  La unidad del Antiguo y Nuevo Testamento, y de su plan común de redención, se revela por el hecho de que  el mismo Dios habla y actúa en ambos Testamentos para la salvación de su pueblo. “Dios, habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quién asimismo hizo el universo”  (Hebreos1:1,2) 

DIOS DE MISERICORDIA: La misericordia no perdona ciegamente, sino que se deja guiar por la justicia. Los que rechazan la misericordia divina, cosechan el castigo de su iniquidad. En el Sinaí, Dios expresó su deseo de ser el amigo de Israel, y de estar con su pueblo. Por eso le dijo a Moisés: “Y harán un santuario para mí, y habitaré en medio de ellos” (Exodo25:8). Por cuanto el santuario era la morada de Dios en la tierra, se convirtió en el punto focal de la experiencia de Israel.

DIOS REDENTOR:   En el Éxodo, Dios guió milagrosamente a una nación de esclavos a la libertad. Este gran acto redentor constituye el telón de fondo de todo el Antiguo Testamento, y provee un ejemplo del anhelo que Dios siente de ser nuestro Redentor. Los Salmos fueron inspirados por la profundidad del envolvimiento amoroso de Dios: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tu formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que tengas de el memoria, y el hijo del hombre para que lo visites”? (Sal.8:3,4). » Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en El confiaré, mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio» (Sal.18: 1,2).

DIOS DEL PACTO: Ansioso de establecer  relaciones perdurables, Dios estableció pactos solemnes con personajes como Noé, y  Abrahán.  Estos pactos revelan un Dios personal y amoroso que se interesa en las situaciones por las que pasa su pueblo.

DIOS PERDONADOR: …..”Como el padre se compadece de sus hijos, se compadece Jehová de los que le temen. Porque El conoce nuestra condición;  se acuerda de que somos polvo” (Sal.103:11-14).