El hombre puede ser tan puro en su esfera como Dios en la suya

FE Y OBRAS–parte 50-

“SIN FE ES IMPOSIBLE AGRADAR A DIOS”(Heb.11:6)-“LA FE SIN OBRAS ES MUERTA” (Sant.2:20)

LA JUSTICIA DE CRISTO HACE POSIBLE LA OBEDIENCIA

Era imposible que el pecador guardara la Ley de Dios, que era santa, justa y buena; pero esta imposibilidad fue eliminada por la imputación de la justicia de Cristo al alma arrepentida y creyente. La vida y muerte de Cristo en beneficio del hombre pecador tuvieron el propósito de restaurarlo a favor de Dios impartiéndole la justicia que satisfaría los requerimientos de la Ley y hallaría aceptación ante el Padre.

Pero siempre es el propósito de Satanás invalidar la Ley de Dios y tergiversar el verdadero significado del plan de salvación. En consecuencia, ha originado la falsedad de que el sacrificio de Cristo en la cruz del Calvario tenía el propósito de liberar a los hombres de la obligación de guardar los mandamientos de Dios.  Ha introducido en el mundo el engaño de que Dios ha abolido su constitución, desechado su norma moral, y anulado su Ley santa y perfecta.  Si El hubiera hecho ésto, ¡qué terrible precio habría pagado el Cielo! En vez de proclamar la abolición de la Ley, la cruz del Calvario proclama con sonido de trueno su inmutabilidad y carácter eterno. Si la Ley hubiera podido ser abolida, y mantenido el gobierno del cielo y la tierra y los innumerables mundos de Dios, Cristo no habría necesitado morir.  La muerte de Cristo iba a resolver para siempre el interrogante acerca de la validez de la Ley de Jehová.  Habiendo sufrido la completa penalidad por un mundo culpable, Jesús se constituyó en Mediador entre Dios y el hombre, (1 Tim.2:5) a fin de restaurar para el alma penitente el favor de Dios al proporcionarle la gracia de guardar la Ley del Altísimo.  Cristo no vino a abrogar la Ley o los profetas, sino a cumplirlos hasta en la última letra (Mateo 5:18).  La expiación del Calvario vindicó la Ley de Dios como santa, justa y verdadera, no solamente ante el mundo caído sino también ante el cielo y ante los mundos no caídos.  Cristo vino a magnificar la Ley y engrandecerla.

Este y otros temas relacionados con la justicia de Cristo son ampliados en la serie: «FE Y OBRAS»