Doctrina de los Acontecimientos Finales-La Muerte y la Resurrección-Dios,el único que es inmortal-parte 7-

LA MUERTE Y LA RESURRECCIÓNLa primera y segunda muerte.La esperanza de la resurrección,  de la cuál tenemos evidencia sólida

LA NATURALEZA DE LA MUERTE   (continuación)

EL ENGAÑO FINAL. (continuación)  A través de estos medios el bien y el mal llegan a ser relativos y cada persona, o situación, o cultura llega  a ser la norma en cuánto a la  “verdad”.  En resumen, cada persona  llega a ser un dios, cumpliendo la promesa de Satanás: “Seréis como dioses” (Gen.3:5).

Ante nosotros está la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero” (Apoc.3:10).  Satanás se apresta para usar grandes señales y milagros en su esfuerzo final para engañar al mundo.  Hablando de este engaño maestro, Juan dijo: “Y vi salir…..tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hace señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquél gran día del Dios Todopoderoso”  (Apoc.16: 13, 14; compárese con 13:13, 14).

Solo podrán escapar de este engaño, los que se mantienen bajo el poder de Dios, con sus mentes fortalecidas  con las verdades de la Escritura, aceptándola como su única autoridad.

LA PRIMERA Y SEGUNDA MUERTE. La segunda muerte es el castigo final para los pecadores que no se arrepienten—todos los que NO tienen sus nombres escritos en el Libro de la Vida.  Sucede al final de los 1.000 años.  De esta muerte no hay resurrección.  Con la destrucción de Satanás y los injustos, el pecado es  erradicado y la muerte misma será destruida (1 Cor.15, 26;  Apoc.20:14; 21: 8). Cristo nos ha dado la seguridad de que “el que venciere, no sufrirá daño de la segunda muerte” (Apoc.2:11).

En base a que la Escritura define en que consiste la segunda muerte podemos concluir que la primera muerte es lo que toda persona experimenta como resultado de la transgresión de Adán.  Es “la consecuencia normal que la humanidad sufre debido a los efectos degenerativos del pecado”.

LA RESURRECCIÓN.  La resurrección es “la restauración de la vida, después de la muerte, junto con la plenitud de su ser y su personalidad”.  Por cuánto la humanidad está sujeta a la muerte, tiene que haber una resurrección si se ha de experimentar la vida  más allá del sepulcro.   A través del Antiguo y Nuevo Testamento, los mensajeros de Dios han expresado esperanza en una resurrección  (Job.14: 13-15;  19: 25-29;  Sal.49:15; 73:24;  Isa. 26:19;  1Cor. 15).

LA ESPERANZA DE LA RESURRECCIÓN,  DE LA CUÁL TENEMOS EVIDENCIA SÓLIDA, NOS ANIMA  A CREER QUE DISFRUTAREMOS UN FUTURO MEJOR MÁS ALLÁ DE ESTE MUNDO ACTUAL EN EL CUÁL TODOS ESTAMOS DESTINADOS A MORIR.

Continúa en parte 8