Doctrina de los Acontecimientos Finales-LA TIERRA NUEVA-parte 3-

LA TIERRA NUEVA– ¿Cómo será la vida en la Tierra Nueva?

LA VIDA EN LA TIERRA NUEVA

¿CÓMO SERÁ LA VIDA EN LA TIERRA NUEVA?

REINAREMOS CON DIOS Y CON CRISTO.  Dios hará participar a los redimidos en las actividades de su reino.  “El trono de Dios y del Cordero estará en ella y sus siervos le servirán…..Y reinarán por los siglos de los siglos” (Apoc.22: 3-5).

ACTIVIDADES FÍSICAS EN LA TIERRA NUEVA.  Ya hemos visto que la Biblia promete que los redimidos “edificarán casas y habitarán en ellas” (Isa. 65:21). La edificación implica diseño, construcción, amueblado, y  la posibilidad de remodelar y reconstruir. Y de la palabra “habitarán” podemos imaginar una cantidad enorme de actividades relacionadas con la vida diaria.

El propósito básico de la existencia en la tierra nueva es la restauración de lo que Dios había planeado para su creación original.  En el Edén, Dios le dio a la primera pareja un jardín “para que lo labrara y lo guardase” (Gen.2:15).  Si como dijo Isaías, que en la tierra nueva se plantarán viñas, ¿Por qué no también otros cultivos?  Si como Apocalipsis indica, tocarán arpas, ¿Por qué no trompetas y otros instrumentos?  Después de todo fue Dios mismo el que implantó en la humanidad el deseo de la creatividad y la colocó en un mundo con oportunidades ilimitadas (Gen.1:28-31).

LA VIDA SOCIAL EN LA TIERRA NUEVA.  En buena medida, el gozo de que disfrutaremos en la eternidad provendrá de nuestras relaciones.

AMIGOS Y FAMILIARES.   ¿Podremos reconocer a nuestros amigos y familiares después de haber sido glorificados y cambiados a la imagen de Jesús?  Después de la resurrección de Cristo, sus discípulos lo reconocieron sin mucha dificultad.  María reconoció su voz (Juan 20:11-16), Tomás reconoció su apariencia física (Juan 20:27, 28), y los discípulos de Emaús sus maneras (Lucas 24:30, 31, 35).  Podemos confiar que en la tierra nueva continuaremos nuestras relaciones con los que ahora conocemos y amamos.

Los muchos beneficios materiales parecerán insignificantes comparados con el valor de nuestra relación con Dios el Padre, con nuestro Salvador, con el Espíritu Santo, con los ángeles, con los santos de otros reinos, naciones, lenguas y tribus y con nuestras familias…No habrá más personalidades distorsionadas, hogares quebrantados, o comuniones interrumpidas.  Todo será  perfecto y saludable. La integración física y mental hará del cielo y la eternidad el cumplimiento perfecto.

Los sentimientos de amor y simpatía que el mismo Dios implantó en el alma, se desahogarán del modo más completo y más dulce.  El trato puro con seres santos, la vida social armoniosa con los ángeles bienaventurados y con los fieles de todas las edades…..-todo ésto constituye la dicha de los redimidos. En la tierra nueva a ninguno le faltará ni amor, ni gozo. Ninguno se sentirá solo, vacío o despreciado.